Los perros decomisados en la operación acabaron en Son Reus.

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Ya son cuatro los meses que llevan esperando un hogar los 25 cachorros de raza inmersos en una causa judicial por maltrato. Después de salir de un tienda de animales de Palma tras una operación del Seprona, aguardan un futuro mejor en el Centre Sanitari Municipal de Protecció Animal de Son Reus. La Justicia debería decidir quién abonará los 12.000 euros que ha supuesto hasta el momento el cuidado y manutención de los perros en Son Reus, a razón de cinco euros diarios por animal. Además, hay novedades judiciales: la Fiscalía apoya que el caso se tramite en el juzgado de Mataró, donde la empresa implicada contaba con cachorros de raza en mal estado.

El Juzgado de Instrucción número 9 de Palma se ha inhibido del caso, aunque los cachorros seguirán en la Isla. Pese a todo, «todavía no se sabe lo que va a pasar con ellos», dice Nieves Martín, presidenta de la asociación SOS Voluntarios de Son Reus, que se ha personado en la causa y ahora tiene acceso al expediente. «Llamamos cada día al Seprona para saber qué pasará con los cachorros pero no nos dan ninguna solución. Nos dicen que el caso tiene que seguir el proceso judicial», señala Martín.

Veinticinco cachorros decomisados, bloqueados en Son Reus a la espera de una resolución del juzgado
Uno de los perros en Son Reus.
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Estos 25 cachorros de raza, cuyo valor en el mercado es de 1.000 euros cada uno, fueron rescatados de una tienda de animales en Palma en una operación conjunta que también se llevó a cabo en Mataró y Las Palmas tras varias denuncias por el mal estado de los animales. En diciembre fueron rescatados de la tienda y llevados a Son Reus, donde se mantienen a la espera de una sentencia. Mientras tanto, los cachorros ya han ido cumpliendo el año de vida. «Cada día los animales van a peor ya que sin un hogar pierden la oportunidad de aprender cómo hacer sus necesidades en el sitio adecuado, pasear con correa o socializar con humanos. Necesitarán ayuda cuando salgan», asegura Martín. En Son Reus se les cuida y mantiene en buen estado de salud y pasan revisiones veterinarias, pero la perrera no puede sustituir a un hogar.

Nacidos en granjas ilegales del Este, estaban confinados en las tiendas para ser vendidos por 1.000 euros.

Adopción

«El Seprona nos dijo que nuestra asociación se encargaría de buscarles un hogar. Aquel que desee acogerlos debe ponerse en contacto con nosotros a través de las redes sociales y estudiaremos su idoneidad», dice Martín. Son Reus, por su parte, no ha propuesto la adopción de los cachorros, a la espera de una resolución judicial.