Capó, Camiñas, Mesquida, Pérez-Ribas y Guasp, en la noche electoral. | Jaume Morey

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La recién nombrada portavoz autonómica de Ciudadanos (Cs) en Baleares, Patricia Guasp, va a tener mucho más margen que Xavier Pericay; infinitamente más que el todavía portavoz parlamentario, Marc Pérez-Ribas –que nunca llegó a formar parte de la dirección del partido por el que fue candidato en 2019 tras imponerse en las primarias– y puede llegar a asumir un papel parecido al de Joan Mesquida, hasta ahora coordinador en las Islas y artífice de los cambios, según la información recogida por este diario.

Mesquida, al que fichó Albert Rivera como candidato por Balears a las generales, tiene una relación muy fluida con Inés Arrimadas y forma parte de la dirección estatal del partido naranja. Todos los nombramientos han pasado por su mano –el exdirector de Policía y de la Guardia Civil con el PSOE ha mantenido el contacto desde el hospital donde está ingresado– y afirma que está muy satisfecho del equilibrio conseguido en la nueva dirección. Mesquida aceptó ser la cara visible de Cs en Balears sabiendo que sería un puesto de transición.

Salvo Guasp, que sabía que iba a ser la portavoz y coordinadora (Pericay fue portavoz y no ejerció de coordinador), el resto de personas que ahora formarán parte del Comité Ejecutivo se enteraron de los nombramientos el lunes en que se hicieron públicos. Es algo que este diario confirmó también ayer en conversaciones con diversos protagonistas. Esa forma de proceder en Cs donde las decisiones se toman de arriba a abajo y las direcciones regionales tienen el escasísimo margen que Pericay relató en su libro ¡Vamos?, parece que se mantiene. Éste ha declinado valorar el nombramiento de Guasp –precisó que «si ahora opinara parecería que tengo interés o busco algo y no es el caso»– y tampoco quiere hacer pronósticos de futuro.

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Patricia Guasp (Palma, 1976), que ayer afirmó que «habrá cambios», no quiso revelar todavía qué papel jugará el hasta ahora portavoz parlamentario, que nunca llegó a hacerse con el control del partido. En realidad no le dejaron. Pericay es muy crítico con él en su libro. Evita nombrarle y le alude por sus iniciales. Hay en su grupo parlamentario (pero sólo lo admiten si no se les identifica) quienes consideran que «nunca ha entendido nada y no sabía dónde se metía». Pérez-Ribas no precisó ayer claramente si se enteró el día anterior de que nadie contaba con él para el nuevo comité autonómico. «Es una decisión de Madrid; ellos creen que es lo mejor. Tampoco ahora estaba en la dirección», señaló tras defender una interpelación de su grupo. De las preguntas a la presidenta se encarga ya Guasp, que ha convocado una rueda de prensa para hoy, aunque desde Madrid, se le indicaba que fuera telemática.

De la dirección cae Joana Capó, que fue quien llevó la relación de Balears con Madrid hasta que llegó Mesquida y que apoyó a Pérez-Ribas. Era el contacto con otro dirigente estatal caído, Fran Hervías. A nadie sorprende demasiado la presencia del expresident Bauzá, que se está haciendo notar como eurodiputado, dicen. En Cs y en Vox hay quienes dan por hecho que su objetivo ha sido atraer a Malena Contestí al partido naranja.