Según ha informado la UIB en una nota de prensa este martes, se trata de un trabajo de Daniel Ruiz Reynés que combina simulaciones numéricas y datos experimentales.
Desde la UIB han explicado que es complicado realizar un estudio a gran escala de las praderas por las dificultades de tomar medidas en el medio submarino. En este sentido, no es posible utilizar imágenes aéreas o de satélite como se haría en un estudio terrestre.
Con los modelos propuestos, la tesis estudió los patrones de vegetación y la competición entre diferentes partes de la pradera, hasta conseguir determinar que las plantas se ven afectadas por vecinas ubicadas hasta 30 metros de distancia.
Además, entre otros aspectos, Ruiz investigó los procesos físicos, químicos y biológicos que dan origen a los patrones de vegetación.
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