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La esposa del presidente del Gobierno y candidata del PP en la lista de Madrid, Ana Botella, se desmarcó ayer claramente de paridad electoral que garantiza por ley la presencia de mujeres en las listas electorales y aseguró que no supone ninguna garantía y que, a la larga, puede tener un «pobre resultado». Según Botella «a mí, como mujer, no me gustaría que las mujeres llegaran (al poder) sólo por el hecho de ser mujer». Además, indicó que su partido ha demostrado que no son necesarias leyes como la aprobada por el Parlament (y suspendida por el Constitucional) para dar protagonismo político a las mujeres. La esposa de Aznar puso como ejemplo los cargos que han ocupado mujeres del PP y recordó que Catalina Cirer puede convertirse en la primera alcaldesa de Palma.

Ana Botella protagonizó ayer una intensa jornada electoral en Mallorca. Estuvo en Santanyí (donde asistió a la inauguración de un edificio destinado a la Tercera Edad), en la feria de Ses Salines, en Palma y en Calvià. Fue en Calvià, concretamente en el polígono de Son Bugadellas, donde protagonizó el acto central de la jornada: una fideuà popular a la que asistieron unas 1.330 personas en apoyo al candidato del PP a ese municipio, Carlos Delgado.

Tanto en Calvià como en Palma (donde participó en una merienda con mujeres del partido para dar apoyo a Catalina Cirer), la esposa del presidente del Gobierno contrapuso la imagen de «bienestar» y «riqueza» de la etapa de Matas («Balears era el espejo donde todos nos mirábamos») a la situación actual. Botella dijo que el pacto balear no había sido de progreso sino «de regreso». Botella, por su ajetreada agenda, llegó a Calvià cuando la comida estaba casi finalizando. Fue recibida con entusiasmo por parte de los congredados y con un cierto nerviosismo por parte de la seguridad que temían que se produjera algún incidente como el que recientemente protagonizó en Madrid con el colectivo gay.

No pasó nada, ni en Calvià, ni en Palma, ni en Santanyí ni en Ses Salines donde se detuvo ante un puesto del PSM. Allí recibió una macetita de albahaca, el símbolo electoral del partido. La maceta llevaba una pegatina contra la guerra. Botella pidió que en las próximas elecciones no se votará «pensando en la política del Pentágono» sino en función de las propuestas locales y autonómicas. La esposa de Aznar explicó las medidas económicas aprobadas por el Gobierno y destacó la importancia que tiene para las mujeres y los trabajadores en general.