El líder norcoreano supervisa el lanzamiento del satélite espía. | Reuters

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El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano considera que Rusia asesoró a Corea del Norte para que pudiera poner en órbita su primer satélite espía, lanzado con éxito el pasado martes, según contó hoy un miembro del comité parlamentario de inteligencia. «Hay información que apunta a que el Norte facilitó planos y datos sobre los vehículos que usó en sus primeros dos intentos y que Rusia proporcionó su análisis al respecto», explicó en rueda de prensa el diputado del gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP) Yoo Sang-bum, uno de los integrantes del citado comité.

El lanzamiento exitoso del martes se produjo después de que el cohete portador Chollima-1 fallara en dos ocasiones anteriores en mayo y agosto de este año. Desde que el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladímir Putin, celebraron el pasado septiembre una cumbre en el cosmódromo de Vostochni se cree que ambas partes acordaron que Pionyang recibiría, entre otras cosas, asistencia técnica por parte de Moscú en el ámbito aeroespacial a cambio de enviarle armamento para usar en Ucrania.

Seúl y Washington han publicado imágenes que muestran el envío de miles de contenedores norcoreanos que han acabado almacenados cerca de la frontera ruso ucraniana y que se cree que contenían más de un millón de rondas de artillería y posiblemente otros tipos de armamento. A su vez, una fuente militar surcoreana aseguró esta semana que incluso antes de la cumbre Rusia pudo transferir a Corea del Norte un motor de combustible líquido de unas 80 toneladas y que aparentemente ingenieros rusos visitaron el hermético país asiático después del encuentro de septiembre.

A esto se une el hecho de que, a las pocas horas de ser lanzado el cohete espacial, aterrizó en Pionyang un avión de pasajeros empleado frecuentemente por el Ministerio de Defensa ruso que ya viajó a la capital norcoreana a final de septiembre y principios de noviembre y que se sospecha que pueda transportar técnicos e ingenieros.

Independientemente de que la resolución de las imágenes que capte el satélite norcoreano pueda ser menor que la que logran los dispositivos de otros países, el despliegue de este aparato es un importante salto que le permitiría ahora detectar, por ejemplo, movimientos de tropas en el noreste de Asia a distintas horas del día o detectar objetivos para potenciales ataques preventivos. El propio Kim Jong-un ha dicho que el país contempla lanzar próximamente más satélites de reconocimiento para crear una red de vigilancia aún más robusta.