El humo se eleva tras los ataques israelíes en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Gaza. | Reuters

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El caos y la confusión se extienden este viernes entre los civiles del norte de la Franja y la ciudad de Gaza después de que Israel anunciara que deben evacuarse hacia el sur del enclave, pero muchos no tienen instrucciones ni saben adónde ir, mientras Hamás les insta a no moverse e «ignorar la guerra psicológica» israelí. Así lo confirmó a EFE un residente del enclave refugiado con su familia en una escuela de monjas cristianas en Gaza capital, que busca maneras para desplazarse hacia el sur de la Franja mientras el Ejército israelí continúa sus bombardeos y acelera su ofensiva contra Hamás, que se salda ya con al menos 1.572 muertos y 7.262 heridos.

Las fuerzas israelíes dieron unas 24 horas de margen para evacuar, y así lo comunicaron también a Naciones Unidas, que aseguró que ante el colapso y la fuerte crisis humanitaria, este plazo es muy corto y hace que el desplazamiento sea «imposible». EFE consultó a un portavoz militar a qué hora exacta acaba el plazo para la evacuación de civiles, y está a la espera de respuesta. Por su parte, según medios locales, el Gobierno de Gaza de Hamás acusó a Israel de «crear confusión entre los ciudadanos y dañar la cohesión del frente interno», e instó a «ignorar los intentos de la ocupación (Israel) dentro del ámbito de la guerra psicológica».

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Israel pidió a los gazatíes que se desplacen al área de Wadi Gaza, al sur del enclave, para acometer más ataques contra milicias palestinas, que este pasado sábado atacaron Israel en una ofensiva sorpresa que hizo estallar una guerra que entra en su séptimo día. Muchas de las operaciones militares desde el enclave se hacen desde Gaza ciudad, según el Ejército. Esta urbe tiene casi 600.000 habitantes y es la más grande de los territorios palestinos. Israel también instó a los civiles de la zona norte del enclave a marcharse, y aseguró que solo «podrán regresar cuando otro anuncio lo permita», indicó un portavoz militar.

Todo ello implica la reubicación de unos 1,1 millones de personas -casi la mitad de la población de Gaza-, algo que la ONU ve «imposible» y que puede tener «graves consecuencias humanitarias». El hecho de que Israel pida esta evacuación se interpreta como una señal de que podría hacer una ofensiva terrestre dentro del enclave que muchos ven inminente. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, reubicó hoy su principal centro de operaciones y personal no local al sur de Gaza, desde donde seguirá sus operaciones humanitarias.

Según informó hoy Naciones Unidas, los desplazados dentro de Gaza alcanzan ya las 423.000 personas, mientras el acceso a alimentos y servicios esenciales -sanitarios, de agua o saneamiento básico- están a punto de colapsar por la falta de suministro eléctrico y el cerco total israelí que impide la entrada de productos al enclave. Por ahora no se logró abrir un corredor humanitario hacia Egipto ni una zona tapón dentro de Gaza para proteger a la población civil. Las autoridades egipcias hicieron estas propuestas, pero la primera fue rechazada por Hamás y la segunda por Israel, que se niega también a levantar el duro cerco impuesto sobre Gaza.