Un momento de la inauguración de la exposición dedicada a Joan Fuster. | Laura Becerra

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La Fundació Coll Bardolet de Valldemossa acogió este domingo por la mañana la inauguración de una exposición «muy especial» para este centro cultural, la que conmemora los 150 años del nacimiento del artista Joan Fuster. La muestra, comisariada por su nieto, el galerista y coleccionista Joan Oliver ‘Maneu’, está compuesta de un centenar de piezas del creador palmesano que permiten trazar una visión general de todos los interses pictóricos de este maestro de la luz mediterránea. La colección se extiende más allá de este espacio y se pueden ver más obras en el Museu Municipal de la Cartoixa.

Las distintas piezas expuestas en las salas segunda y tercera de la Fundació Coll Bardolet, así como en el espacio dedicado a Joan Fuster en la Cartoixa, se nutren de bodegones, retratos familiares e institucionales y, sobre todo, paisajes, porque, tal y como lo definieron en la presentación de esta colección esta semana, Fuster fue «apóstol del paisaje mallorquín».

De esta forma, las obras que ahora se pueden contemplar en Valldemossa permiten redescubrir a Joan Fuster, que con su trazo «quería expresar todo su amor por el paisaje, y sobre todo, el de Mallorca», en palabras de Maneu. «Detrás de cada uno de los cuadros de la exposición hay una historia, aunque no todas las conozco porque le perdimos el rastro», añadió el comisario.