José Luis García Berlanga, en ses Salines. | Pere Bota

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Mallorca hizo «muy feliz» a José Luis García Berlanga, hijo del mítico cineasta Luis García Berlanga. Aquí pasó varios años de su vida y en ses Salines nació su hijo, que es «salinero». Es en este mismo pueblo donde nos recibe el productor de cine, quien asistirá este sábado al homenaje que el Club Ultima Hora dedica a su padre desde las mismas Coves del Drach. Y allí será donde se den varias efemérides al mismo tiempo: será la primera visita de José Luis al lugar en el que su padre rodó parte de El verdugo y, a su vez, la primera vez que esa misma cinta se proyecte en el lugar que la vio nacer. Una conexión con Mallorca que, como colofón al año Berlanga, le hace «el más bonito de los homenajes y muy feliz» de nuevo.

Usted vivió varios años en sesSalines, ¿qué le hizo instalarse en la Isla?
— Una amiga que estaba construyendo una casa en es Llombards me invitó y me encantó. Al poco tiempo la que ahora es mi mujer y yo decidimos comprar un terreno en ses Salines y nos instalamos. Fueron los años más felices de mi vida y mi hijo, de hecho, es salinero. Me encanta toda Mallorca, pero ses Salines es mi pueblo y le tengo mucho cariño. De hecho, entre ses Salines y Felanitx escribí un guion de esos que no llegó a salir. Lo titulé Mediterráneo y es lo último que me gustaría hacer si pudiera.

¿Cómo recibe el homenaje que el Club Ultima Hora dedica a su padre, Luis GarcíaBerlanga?
— Creo que es el más bonito que le van a hacer porque ver El verdugo en el lugar donde él lo rodó es muy especial. Me hace muy feliz. Luego, la placa de Can Barbarà para que se conserve un lugar donde él rodó en el Paseo Marítimo de Palma es muy bonito. Por eso quiero agradecer, sobre todo, al Grup Serra; a los ayuntamientos de Palma y Manacor, y a Juan Carlos Caro.

¿Cómo hubiera recibido su padre tantos reconocimientos?
— Habría cierta vanidad y agradecimiento en él, pero le ponían un poco nerviosos los homenajes, sobre todo cuando llegaban muy pronto y parecían que le estaban retirando. De todas formas, es maravilloso lo de este año y la leyenda de que somos un país cainita no se está cumpliendo con mi padre.

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Además, no se trata de honores provenientes solo del mundo del cine.
— Exacto. Me gustó mucho también que Manolo Gutiérrez Aragón incluyera el término ‘berlanguiano' en la Real Academia. Implica la importancia de mi padre no solo como cineasta. Se le estudiará en el futuro como a un Cervantes, un Lope deVega o un Quevedo, porque su obra trasciende el cine, ya que El verdugo o Plácido son casi shakesperianas, con problemas del ser humano como el que la sociedad te haga matar a otro para tener una casa en la que vivir.

¿Cuánto cree que queda de esa España berlanguiana ahora?
— Somos, en esencia, lo mismo. Mi padre retrató a los españoles del siglo XX como nadie, pero ahora, cintas como Bienvenido, Míster Marshall sería ‘Bienvenidos, Fondos Europeos'.

Arriba, los Berlanga al completo con los cuatro hermanos, incluidos Carlos y Jorge, ya fallecidos, José Luis y Fernando, con sus padres, Luis García Berlanga y María Jesús Manrique, en el centro.

¿Qué lecciones aprendió de su padre, tanto cinematográfica como personalmente?
— Su influencia es más personal que cinematográfica. El saber ser libres, lejos de doctrinas y consignas, saber ser fiel a uno mismo y vivir con cierta ética y justicia. Eso me transmitió. Así como la educación y saber que todos podemos ser tan miserables como bondadosos y generosos.

Usted también ha trabajado en el cine y en la televisión, ¿qué influencia tuvo su padre en eso?
— Yo acabé en el cine por casualidad. Llamarme Berlanga ayudó mucho a eso también. Me enseñó a ser bueno, tanto en la vida como en el trabajo, y cinematográficamente solo me dio dos consejos: cuando escribas un guion quiere a tus personajes y compréndelos. Y por otro lado, no te pases del presupuesto, para que el productor gane dinero y te contrate de nuevo (risas).

¿Qué será lo más especial del homenaje del sábado?
— Ver El verdugo en el lugar en el que se rodó y en pantalla grande es un logro. Y cambia mucho, porque todo el mundo está acostumbrado a ver este tipo de cine en televisión, pero verlo en pantalla grande es muy especial. Además, estará toda mi familia menos mi madre, y vendrán varios amigos como Antonio Resines, Anabel Alonso, Sol Carnicero, Misha Muller oJuan Carlos Caro. Será muy bonito.