Vista del paisaje nevado en el Puerto de Cotos, a 7 de enero de 2024, en Madrid (España). | Rafael Bastante - Europa Press

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La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid ha desactivado la alerta por frío vigente desde el lunes ante una previsión de un incremento de temperaturas durante el fin de semana, con termómetros por encima de los dos grados bajo cero.

En concreto, la previsión para los próximos tres días es de normalidad, tras unas mínimas registradas esta madrugada fue de -0,9º, según el Boletín de olas de frío de la región.

De este modo, para este sábado se prevén temperaturas que lleguen a los -0,8 grados, mientras que mínimas esperadas para el domingo serán de 5,8º y, para el lunes, de 19,4º.

El nivel de alerta por ola de frío se establece en función de las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y para su activación se tienen en cuenta las temperaturas mínimas previstas para tres días, considerándose como temperatura umbral -2 grados centígrados.

Esta medida se encuadra en el Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, que está en funcionamiento desde el pasado de 1 de diciembre hasta el 31 de marzo de este año.

Salud Pública activó el pasado lunes, siguiendo los criterios del Protocolo de Olas de Frío, la primera alerta por frío de la temporada, que se ha mantenido hasta este viernes.

Recomendaciones

En cualquier caso, la Comunidad de Madrid ha lanzado una serie de recomendaciones para prevenir los efectos del frío, entre las que se encuentran procurar mantener un buen aislamiento térmico de la vivienda (entre 20 y 22 grados); no permanecer quieto mucho tiempo; y tener varias capas de ropa fina.

También, han alertado sobre el uso de las estufas de leña y de gas para evitar riesgos de incendio o intoxicación; evitar el consumo excesivo de alcohol; así como extremar la precaución las personas mayores cuando salgan a la calle y haya heladas.

A ello se suma respirar por la nariz y no por la boca; estar pendiente de las personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad; a lo que han añadido la vacunación frente a la gripe en personas mayores de 60 años y en las que padecen alguna enfermedad.