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El movimiento feminista de Gernika se ha manifestado este lunes por la tarde por las calles de la localidad vizcaína en apoyo de la mujer que ha denunciado haber sufrido abusos sexuales, --quien era menor de edad en el momento de los hechos--, por parte del exseleccionador español de baloncesto de categorías inferiores y que era el actual responsable de gestión deportiva del Lointek Gernika, Mario López.

La marcha, encabezada por una pancarta con el texto «Guk sinisten zaitzugu» (Nosotras te creemos), ha querido mostrar su respaldo a la mujer denunciante, manifestar su rechazo a los agresores y denunciar la «complicidad» con estos individuos. Las manifestantes han partido a las siete de la tarde desde Pasealeku, para finalizar en Maloste, donde el Lointek Gernika juega sus partidos.

Después de que ayer se conociera la denuncia, a lo largo de la jornada de este lunes se han sucedido las reacciones a la noticia sobre los supuestos abusos a la menor.

En declaraciones a Radio Euskadi, la portavoz del movimiento feminista de Gernika (Gernikako Sare Feminista), Arlette Apraiz, ha denunciado «la complicidad que se ha vivido» por parte del club deportivo Lointek, «para alimentar la impunidad en la que ha vivido este entrenador durante tantísimos años».

Por ello, según ha advertido, trasladarán a la presunta víctima el mensaje «Nosotras te creemos», porque «no se puede tolerar la impunidad con la que viven los agresores».

Apraiz ha destacado la necesidad de dar credibilidad a los relatos de las víctimas porque «es la única forma de terminar con la impunidad que viven los agresores». Preguntada por si existe la posibilidad de que haya otra víctimas, ha afirmado que por el momento no tienen constancia, pero no lo descartan.

Por otra parte, el director del Colegio Allende Salazar, donde se habrían iniciado los abusos, Aritz Zearra, ha afirmado que, de confirmarse, se trataría de hechos «muy graves» y ha manifestado su apoyo a la presunta víctima «en todo momento». «Nuestra única prioridad es proteger a nuestros alumnos», ha manifestado.

En su opinión, «como comunidad escolar», el centro tiene «la responsabilidad de cuidar» a su alumnado y el hecho de que haya podido ocurrir en el colegio le pone «en marcha» para seguir trabajando en la prevención y que estos hechos no vuelvan a suceder.