Así se ha expresado ante los periodistas a su llegada a un encuentro de 'El Mundo' y Sigma Dos celebrado en el hotel Mandarín Oriental Ritz. «Muy contento, la verdad, de que entre con fuerza los temas del comer, ¿no? Lo que yo digo, la política del comer, los temas de verdad, el empleo, que en España haya sueldos altos, la sanidad, la educación de cero a tres años, la educación pública, de verdad, que da oportunidades... Muy contento», ha resumido el socialista.
Lobato ha ejemplificado la transversalidad que aprecia en el acuerdo en que «es más difícil encontrar un español que no se beneficie de esto que encontrar un oso panda en la Gran Vía». Entre los principales asuntos a los que se han comprometido Sánchez y la líder de Sumar y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, es la reducción de jornada laboral a las 37,5, una de las reclamaciones del socio minoritario.
Una de las críticas que ha suscitado el acuerdo esta mañana es la de la patronal de los empresarios, quienes han afeado que se incluya este punto sin tenerles en cuenta. Para Lobato en el texto rubricado este martes lo que se marcan son «los objetivos» y que «como siempre se ha hecho» se buscará alcanzar acuerdos con sindicatos y empresarios para cuestiones que son «muy, muy, muy difíciles», como esta rebaja del tiempo trabajado. «Yo muy esperanzado de que se produzca ese diálogo y que estos objetivos que hoy se marcan se puedan cumplir también con el apoyo de los empresarios», ha añadido al hilo.
Al ser preguntado por si este acuerdo será capaz de suscitar todos los apoyos parlamentarios necesarios --que incluyen a PNV, Junts, BNG, ERC y Bildu--, considera que las fuerzas políticas deberán «responder ante sus votantes» y cree que el consenso entre PSOE y Sumar beneficia «a la inmensa mayoría de los españoles, vivan en Cataluña, en Galicia, en Euskadi, en Madrid, en Andalucía, en todas partes».
Es por ello que ha hecho un «llamamiento» para que den «un paso al frente y asuman» la «responsabilidad» de una investidura que augura que traerá «progreso y avance a España» frente a las críticas de la derecha que llevan advirtiendo «ya bastantes años» que «se rompe España, se hunde la economía y que a las empresas les va fatal». Para Lobato los índices señalan que «frente al apocalíptico» paisaje que plantean ellos se encuentra «España como país».
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