Archivo - Investigadora contra el cáncer | CONTRA EL CÁNCER VALENCIA - Archivo

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La Asociación Española Contra el Cáncer Valencia ha triplicado en un año las ayudas económicas de emergencia a pacientes oncológicos para afrontar gastos como la luz, el agua, el alquiler o la comida, hasta alcanzar los 154.521 euros. Además, ha alojado a un 40% más de familias (113) que se tienen que desplazar para recibir tratamiento.

Así lo ha puesto de manifiesto este martes la gerente de la asociación, Helena Alloza, en una rueda de prensa en la que ha presentado el informe sobre la situación de las personas con cáncer en 2022. En el acto ha estado acompañada por Tomás Trenor, presidente de Contra El Cáncer Valencia; Antonio Llombart, profesor y vicepresidente de la asociación; y dos pacientes oncológicos, Noelia y Adrián.

Tal y como ha explicado Alloza, según los cálculos de la asociación, una persona con cáncer suele tener una media de gastos extra de entre 150 y 300 euros al mes destinados, principalmente, a medicamentos, material ortoprotésico o desplazamientos, entre otros. Y a ello se suele sumar una disminución de ingresos por bajas laborales o reducciones de jornada.

Teniendo en cuenta que la Comunitat es la cuarta autonomía con más pacientes de cáncer en situación de riesgo a nivel laboral, que bien están en desempleo o bien son autónomos, las ayudas de emergencia que ha tenido que destinar la asociación a los pacientes se han triplicado en un año.

Estas ayudas, de entre 150 y 400 euros, se destinan a hacer frente a gastos de luz, alquiler, agua, alimentación o desplazamientos. «El presupuesto del año pasado se ha multiplicado por cinco y es un dato importante y preocupante», ha dicho la gerente, quien también ha resaltado que el servicio de alojamiento que ofrece la asociación para pacientes que necesitan tratamiento pero no se quedan ingresados en hospitales ha incrementado en un 40%.

Junto a estos datos, la gerente ha destacado que las trabajadoras sociales han realizado 2.513 atenciones a 1.398 personas en 2022, lo que supone un 54% más de atenciones y un 30% más de beneficiarios de este servicio. Son las cifras más altas de los últimos cinco años, ha apostillado.

Además, psicooncólogos, trabajadores sociales y voluntarios de la asociación han sumado este ejercicio 33.690 atenciones, un 37% más que en 2021. En concreto, el retorno de la presencialidad ha multiplicado por dos las atenciones del voluntariado hasta alcanzar las 12.058.

Respecto a la prevención, la asociación ha incrementado un 19% el acompañamiento para dejar de fumar y ha duplicado el número de niños y jóvenes (3.149) concienciados sobre hábitos de vida saludable. Así mismo, para avanzar en el abordaje de la enfermedad, Contra el Cáncer Valencia ha invertido en investigación 1,48 millones, un 37,5% más que en 2021.

"más personas solas"

La gerente de la asociación ha alertado del bajo número de voluntarios que acompañan a pacientes oncológicos en hospitales: «En 2022 sumaron 7.000 atenciones en hospitales, mucho menos que las cifras que teníamos antes de la pandemia por la Covid», ha subrayado.

«Esta situación --ha agregado-- nos preocupa porque cada vez hay más personas solas y con cáncer en España y en la Comunitat. En la autonomía son más de 5.000 personas y queremos poder estar acompañando a quien no tiene un entorno familiar que le arrope. Este año insistiremos en recuperar la actividad en hospitales», ha dicho.

Por su parte, Llombart ha indicado que el problema del cáncer es «muy grave» y ha puntualizado que este año un total de 31.125 valencianos serán diagnosticados de cáncer. De ellos, 12.000 fallecerán.

En este momento, ha añadido, la tasa de curación del cáncer está en un 57% de enfermos: «Hay un tasa de mortalidad alta y el objetivo de la asociación y de la investigación oncológica en general es que se consiga pasar del 57% al 70% en 2030, y todavía estamos muy lejos de conseguirlo», ha manifestado.

Actualmente, más de 300.000 valencianos tienen o han tenido un cáncer y «hay que ayudarles», ha afirmado. La sanidad pública, ha afirmado, dedica más de 20.000 millones de euros al año a tratamientos oncológicos, es el 44% del conste total del tratamiento, «pero el resto va a expensas del enfermo y de las asociaciones», ha apostillado.

«El camino a recorrer es muchísimo: tenemos que mejorar los tratamientos, dar más soporte psicooncológico y social a los enfermos y, al mismo tiempo, prevenir el cáncer, evitarlo. Y esto es lo más difícil», ha aseverado. Así, ha abogado por más inversión y más investigación: «La lucha contra el cáncer es global», ha destacado.

"abrir una botella"

Durante la rueda de prensa, ha comparecido ante los medios Noelia, quien padece desde 2013 un cáncer de mama metastásico. La mujer, economista, empleada de banca durante más de 20 años y madre de dos hijos de 13 y 11 años, ha explicado que actualmente recibe un tratamiento en el Hospital Clínico que le genera secuelas a nivel físico en manos y pies y múltiples efectos secundarios: «Me incapacita para abrir una simple botella de agua. Además, en cuanto hago esfuerzos, tengo grietas en las manos», ha lamentado.

«Pero mientras me funcione, hay que tirar para adelante y estoy muy contenta de que me estén pudiendo dar el tratamiento porque en otros países no hay esa posibilidad», ha destacado.

Noelia ha indicado que, junto al tratamiento médico, asiste una vez al mes a la psicooncóloga, así como al psiquiatra. También realiza diferentes rutinas para completar el tratamiento como sesiones de fisio. «Yo ahora mismo no soy gestora bancaria, sino gestora de mi salud», ha subrayado.

Y ha agregado: «Tengo que gestionar mis citas médicas, la psicooncóloga, el fisio, la nutricionista y soy gestora de mi economía familiar. El cáncer es una enfermedad que te incapacita y te genera muchas necesidades que actualmente no cubre la Seguridad Social y tenemos que recurrir a nuestros ingresos», ha puntualizado Noelia, que actualmente es pensionista como consecuencia de la enfermedad.

«El enfermo de cáncer --ha advertido-- necesita, además de tratamiento farmacológico, complementos fundamentales para una recuperación más rápida y con calidad de vida. Las administraciones deben contribuir económicamente a aportar servicios en la sanidad pública y colaborar con asociaciones para llegar a todos los paciente de todos los sitios», ha reclamado.

Por otro lado, durante el acto ha ofrecido su testimonio Adrián, quien padece linfoma de hodgking. «Me lo diagnosticaron cuando estaba trabajando en China como investigador. Ante el elevado coste de la operación y del tratamiento, tuve que regresar a España y de la noche a la mañana abandoné mi trabajo, mi casa y mis amistades», ha narrado.

«En España --ha proseguido-- me operaron y me dieron sesiones de quimio, un tratamiento duro, lo que me generó secuelas y debilidad. Mi madre perdió el trabajo y tuvimos que elegir entre comer y pagar el alquiler. Fui a la Asociación Contra el Cáncer y me informaron de las ayudas», ha indicado.

Junto a las ayudas económicas de la entidad, Adrián ha subrayado la «importancia» de recibir atención psicooncológica para poder adaptarse a la nueva situación: «Animaría a todas las personas que necesitan ayuda a contactar con la asociación de su localidad porque seguro que pueden ayudarle y mejorar su tratamiento», ha concluido.