El director general de Comercio de la Generalitat, Jordi Torrades. | GENERALITAT

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El director general de Comercio de la Generalitat, Jordi Torrades, ha afirmado que la facturación del comercio de proximidad en el primer trimestre de 2023 es «bastante mejor» que en 2022, cuando cayó un 0,9% a precios constantes, según datos del Govern.

En una entrevista a Europa Press, Torrades ha explicado que en 2022 «el problema fue la inflación», que provocó un descenso del consumo de las familias.

«La inflación parece controlada. Seguimos en una situación dura, en 2022 hubo meses complicados pero, en 2023, la gente se ha acostumbrado y ha vuelto a consumir sin pensar en la subida de precios», ha apuntado.

La contracción de la facturación fue desigual según los sectores, con una reducción del 0,8% en alimentación y del 2,3% en 'resto de productos', y un incremento del 10,2% en equipamiento de la persona y del 1,5% en equipamiento del hogar.

Fortalezas del sector

Torrades ha destacado «el trato personalizado, la diligencia y el asesoramiento directo» como principales puntos fuertes del comercio de proximidad ante las plataformas en Internet.

Ha asegurado que estos tres puntos son una «ventaja», aunque ha alertado que los comercios también deben ser competitivos en precio, omnicanal, tener página web o apuntarse a un 'market place' para poder impulsar sus ventas.

Sobre la disminución en el número de comercios en Catalunya --actualmente hay 7.500 menos que en 2008, cuando había unos 100.000--, ha lamentado que se ha ido reduciendo desde la crisis financiera iniciada en 2008, aunque ha puntualizado que los metros cuadrados totales se han mantenido en 11 millones, lo que «significa que las superficies medias de grandes empresas como los supermercados han ido ganando terreno».

Preguntado por si se puede reconducir esta caída, ha explicado que se debe trabajar para frenarla y ha recordado que, durante la pandemia, se avisó de que no volvería a abrir el 20% de las tiendas y «hubo cierres, pero menos de las previsiones más catastrofistas».

Ha apuntado que en las calles secundarias o terciarias hay más locales cerrados que en los ejes 'prime' y que el reto es definir si se pueden convertir en servicios o viviendas, entre otras opciones.