En los registros realizados se han intervenido dos subfusiles, dos pistolas (una de ellas con silenciador) y un revólver, así como 240 kilos de marihuana, dos kilos y medio de speed, un kilo de cocaína, 90 pastillas de droga sintética (MDMA) y 5350 euros en efectivo. Asimismo, entre el material intervenido se ha localizado un dron que la organización utilizaba para dar seguridad a su actividad delictiva, detalla la Policía en un comunicado.
La investigación, que se inició a finales del 2021, se centró en ciudadanos polacos asentados en varios puntos del Mediterráneo que, presuntamente, se dedicaban al tráfico de armas y de drogas. Los agentes averiguaron que cultivaban, preparaban y almacenaban marihuana para su posterior distribución por distintos países de la Unión Europea, así como que transportaban armas desde Polonia a España para su comercialización en el mercado negro.
Pudieron determinar, además, que para realizar el transporte tanto de la droga como de las armas utilizaban vehículos matriculados en Polonia, que una vez en España, dejaban estacionados un largo periodo de tiempo, momento en el que aprovechaban para realizar los diferentes compartimentos para la ocultación de la mercancía.
Las acciones de la red criminal eran «de gran complejidad y hermetismo» para evitar ser investigados. Tan solo los miembros de la organización criminal conocían el lugar donde se escondía la droga y utilizaban conductores y vehículos diferentes para cada transporte, con una periodicidad aproximada de un mes entre ellos. Las «caletas» de los vehículos en las que ocultaban la droga, eran reutilizadas para transportar armas en los viajes de regreso a España.
Tres fases
La investigación se desarrolló en tres fases. En la primera, se detectó la llegada a España de un importante miembro de la organización y el desplazamiento de uno de sus vehículos hacia Francia, por lo que se llevo a cabo un operativo coordinado con las autoridades polacos en el que, tras interceptar el turismo, se incautaron 112 kilogramos de cannabis ocultos en una «caleta».
La segunda fase de la investigación se llevó a cabo tras detectarse un nuevo desplazamiento en vehículo de un miembro de la organización hacia el país polaco. Tras ser interceptado en Polonia se localizaron 100 kilogramos de estupefaciente en un doble fondo del turismo.
Una vez que se descubrió el entramado asentado en España, sus lugares de actividad, sus domicilios, fincas y vehículos, se procedió a la práctica de entradas y registros en las viviendas y en la finca de los investigados en la provincia de Valencia, donde pretendían instalar una macro plantación indoor de cultivo de cannabis, con capacidad para cultivar 1.500 plantas.
Dron de vigilancia
Durante los registros se intervino un dron que los integrantes de la organización utilizaban para vigilar y dar seguridad en las inmediaciones de la finca desde la que operaban y ocho vehículos utilizados para el transporte de los estupefacientes y las armas.
Los agentes detectaron estacionada en un municipio valenciano en una antigua ambulancia polaca, en la que encontraron durante su registro dos subfusiles de asalto, con gran cantidad de munición y varios cargadores, una pistola a la que se le había instalado un dispositivo silenciador, una pistola semiautomática y un revólver, numerosa munición, además de dos kilos y medios de speed, dos kilos de marihuana envasada al vacío y un inhibidor de frecuencias.
La operación continúa abierta y no se descarta que se practiquen más detenciones.
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