Alejandra Pou, nutricionista de Juaneda Hospitales

Las luces de Navidad ya alegran las calles y nos animan a ser felices y a celebrar, algo que nos gusta hacer de la mejor manera posible, comiendo y bebiendo un poco más de la cuenta, rodeados de las personas que nos quieren y a las que más queremos. En nuestra cultura, celebrar es brindar y degustar, al tiempo que se charla, se canta y se ríe. Lo malo es que si el corazón se ensancha en las fiestas que se acercan, brindar y degustar demasiado también puede 'ensanchar' el abdomen y aumentar los riesgos para la salud.

Pero no hay que renunciar del todo a esa forma de acompañar la felicidad. Alejandra Pou, nutricionista de Juaneda Hospitales, lo explica muy bien: «Llegan las Navidades y mi consejo es disfrutar de la familia y de los amigos y descansar». Respecto a la comida, que es algo que a muchas personas preocupa en estas fechas, «se puede llegar a un equilibrio; al final, las Navidades tienen dos o tres días de comidas más abundantes, y se puede seguir unas pautas para disfrutarlas.»

La nutricionista aconseja, por ejemplo, «al haber más comida de la normal sobre la mesa, poner en el plato solo la cantidad que nos vamos a comer, y lo mismo con los dulces, poner en un platito los turrones o polvorones que vayamos a comer». Alejandra Pou enfatiza la importancia de seguir este control. «Hay que poner en el plato lo que creamos que nos vamos a comer y comer eso, no ir picoteando de un plato a otro, nos saciaremos antes, ya que la mente no es consciente de lo que se está comiendo». Y si después de Navidad, esos centímetros de más en el perímetro abdominal nos hacen pensar en acudir a un nutricionista, hay que saber que no se ha de ir con intención de solo adelgazar, después de los festines navideños o por la 'operación bikini de cada año.

«Lo principal es la educación nutricional, establecer unos hábitos. Quien viene a la consulta del nutricionista no es ni para prohibirse alimentos, ni para pasar hambre, ni para hacer dietas restrictivas, sino para cambiar hábitos», destaca Alejandra Pou. La nutricionista de Juaneda Hospitales ofrece formación en algo en lo que es experta, organizar menús y combinar platos. «Es muy importante cómo combinar la proteína con los hidratos de carbono integrales, añadir grasas saludables, semillas, especias…», explica Pou.

Estos consejos valen igualmente para personas que no quieren hacer excesos estando esencialmente sanas, aunque también hay que tener planes de afrontamiento de estas fiestas para quienes sufren enfermedades crónicas, como la diabetes o cardíacas. «Todos pueden disfrutar, según su patología y con moderación. Si un diabético se toma un dulce, mi consejo es que lo acompañe de un alimento rico en proteína o de una grasa saludable para que la absorción sea más lenta y no suba tanto la glucosa», comenta la nutricionista.

El pescado azul o un puñado de nueces al día ayudan a disminuir el colesterol alto. Son estrategias que puede dar el nutricionista, con consejos fáciles de seguir, para alcanzar el equilibrio y disfrutar de las fiestas, periodo de alto riesgo de comer en exceso. Y no todo ha de ser comer y beber, ya que el descanso y la felicidad se pueden alcanzar también con costumbres saludables: «Es necesario moverse: pasear, hacer una excursión, ir en bici. Ser activos siempre es importante», concluye la nutricionista.