Virgilio Moreno apuesta por una ciudad comprometida con el medio ambiente.

La cuidad de Inca tendrá un papel muy destacado en el Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat de este año. La localidad acoge la cuarta edición de esta cita con la intención inequívoca de consolidarse como un punto de referencia en materia de sostenibilidad. Será durante esta prueba deportiva el centro de operaciones y se desarrollarán además otras actividades de promoción en materia de sostenibilidad como Energy Challenge, en el que los niños y niñas de distintos centros educativos aprenderán el valor del esfuerzo individual en favor del medio ambiente.

Virgilio Moreno, como alcalde de la localidad, comenta las claves de una nueva Inca, que se antoja un terreno perfecto para aplicar toda una nueva política de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente como parte esencial del futuro.

–¿Qué objetivos persigue Inca a través de su colaboración en el Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat?
–A través de este evento queremos promocionar nuestra ciudad y que todos los inquers e inqueres que lo deseen lo puedan disfrutar, compartir y, como no, participar. El Quarter General Luque será el centro neurálgico de la prueba y desde allí queremos que se pueda proyectar todo lo que ya es posible hacer en materia de movilidad sostenible. Para nuestra ciudad este Eco Rallye supone un gran escaparate.

INCA. Inca será, de nuevo, el punto base para eMallorca Challenge.
Inca será el centro de las actividades del Eco Rallye Mallorca - Inca Ciutat.

–¿Y cuales son los retos de esta ciudad en temas tan importantes como la sostenibilidad y el medio ambiente?
–Desde el Ajuntament de Inca hemos apostado decididamente por desarrollar un modelo de Ciudad 10. Es el mismo concepto que el de Ciudad 15, en el que todo lo que un ciudadano pueda necesitar en su día a día se encuentre en el radio de un trayecto de 15 minutos andando, pero en Inca estoy convencido de que incluso lo podemos reducir a 10 minutos. En un futuro próximo queremos dar mucho más protagonismo al peatón y solventar los problemas que provoca el tráfico. Para ello ya hemos aplicado varias medidas, como la optimización de los aparcamientos subterráneos, la reconversión de plazas en cordón a en batería, la reordenación de la zona de ORA y en general la pacificación del tráfico rodado. La bicicleta también será protagonista, ya que queremos potenciar su uso con la instalación, por poner un ejemplo, de un carril bici en la antigua carretera de Palma. Entre el fomento de la movilidad individual, la ampliación de las zonas peatonales y la creación de aparcamientos disuasorios, que irán aumentando aún más, esperamos poder llegar a una ciudad en la que las personas las verdaderas protagonistas.

–Todo esto exige un gran cambio en las mentalidades, además de cambios en la fisonomía de la ciudad.
–Sin ninguna duda. Tenemos una serie de hábitos en cuanto a movilidad que ya es insostenible mantener. Se trata de hacer ver a los ciudadanos que es necesario apostar por un cambio decidido. Para ello crearemos toda una serie de bulevares en la ciudad que unirán las barriadas con el centro, eliminando barreras y dando prioridad al peatón. Próximamente saldrán a licitación las obras para reformas muchas calles, en las que se apostará por la plataforma única y la reducción del tráfico rodado.

–¿Ya da ejemplo de todas estas transformaciones el Ajuntament?
–Sí, somos los primeros interesados en ellas. Se está potenciando la movilidad eléctrica en toda la flota municipal y se potencia además el que las empresas que nos prestan servicio también tengan este tipo de vehículos. En este sentido, tenemos entre manos un proyecto que dotará a la ciudad de plazas de recarga semi rápida y rápida y queremos que los usuarios de coches eléctricos puedan disponer de alrededor de 50 puestos repartidos por toda la geografía urbana. Para particulares por supuesto seguirán los beneficios fiscales que ya existen para promocionar estas iniciativas.

–¿En qué otros campos medioambientales tiene puesto Inca el punto de mira?
–Como administración tenemos una gran preocupación por el medio ambiente. Entre las muchas medidas en este sentido podría destacar, por poner solo algunos ejemplo, la instalación de dos medidores de dióxido de carbono, situados en el Serral y en la Gran Vía Colom. Estos dispositivos nos darán una valiosa información a la hora de realizar acciones de control ambiental. Los problemas que plantea el cambio climático son los que son, ya está claro que no es una cuestión de puntos de vista u opiniones. Los efectos son muy claros y diversos en la naturaleza. Ya desde la oposición fuimos los primeros en defender la optimización del ciclo del agua y el oponernos a la privatización del servicio. Ahora trabajamos muy activamente en tener una red con contadores inteligentes, sin pérdidas y en definitiva los más eficaz que podamos. Cuidar el medio ambiente es una tarea de todos y la única manera de vencer las reticencias es con actuaciones, educación y, sobre todo, resultados.