Alaphilippe, de 29 años, maillot arcoiris en ejercicio, también sufrió alguna herida, pero pudo aplicar su condición de rematador en el lugar idóneo, en la última cuesta que conducía a meta. Un ataque de 2,8 kilómetros le dio su sexta etapa en el Tour y el premio de quitar el precinto al primer maillot amarillo.
«Alaph» dedicó a su hijo Nino la victoria en la primera etapa disputada entre Brest y Landerneau, de 197,8 kilómetros. Euforia del artista de Saint Amand Montrond, el mejor en un escenario bélico donde salvaron el tipo a 8 segundos los principales favoritos, como Primoz Roglic, tercero, Pogacar, el mallorquín Enric Mas, Geraint Thomas, Nairo Quintana o Richard Carapaz, éste último a 13.
No todos libraron. Movistar se llevó un serio disgusto. Salvó a Mas, pero «Supermán López» se dejó 1.49 minutos y Alejandro Valverde 5.33. Así, a las primeras de cambio. El infortunio no quiso saber nada del equipo telefónico. El murciano, líder en Brataña en 2008, perdió su sueño entre los amasijos de bicicletas.
Alaphilppe vuelve a vestir el maillot amarillo. En el recuerdo los 14 días de líder en 2019, hasta que Bernal se lo arrebató. Iniciará la segunda etapa con 12 segundos sobre el australiano Michael Matthews y 14 respecto a Roglic. A 18, entre otros, Pogacar, Enric Mas y Thomas.
El Tour se lanzó por tercera vez desde el Fin de la Tierra, en el rincón bretón de Brest, donde la lluvia anunciada no apareció. No era un comienzo cómodo, pero los teloneros no faltaron en la faceta de animar el cotarro, a pesar de los casi 200 km salpicados por 6 cotas. Día respetado por los nervios del primer día y por el exceso de fuerzas en las piernas.
La primera fuga tuvo acento andaluz por la presencia del «rey de Ruanda», el almeriense de El Ejido Cristian Rodríguez, militante del Direct Energie, ganador este año de la prueba africana. Se metió en un quinteto con Anthony Pérez, éste francés, pero con raíces de Arjona (Jaén). Ambos unieron fuerzas con Swift, Schelling, Van Poppel y Bonnamour. Destino: ninguna parte.
Todos fueron escarmentados por el pelotón a 82 de meta, menos el neerlandés Schelling (Bora), quien arrancó en la Cota de Stang Ar Garront (4a) para puntuar y de paso despedirse de los socios de aventura.
El día estaba marcado para los llamados rematadores, los capaces de esprintar en cuesta, los Valverde, Alaphilippe... así que el pelotón dejó al «baño maría» un buen rato al osado Schelling, de 23 años, «un buen tío con motor fuerte», según su compañero Peter Sagan.
La imprudencia de un espectador que metió una pancarta dentro de la carretera provocó una inmensa caída de más de medio pelotón. Tony Martin (Jumbo) se tragó el cartel, detrás fueron compañeros de equipo, y luego casi todos al suelo. Un caos, una montaña de bicicletas, maillots y cuerpos magullados.
Se rompió el orden previsto. Los que se salvaron de la masacre, entre ellos varios Deceuninck con el campeón del Mundo Alaphilippe decidieron esperar a los damnificados, entre ellos Marc Soler y López (Movistar), Van Aert y Sagan.
Ajeno al accidente, Schelling terminó siendo devorado por el maltrecho pelotón, que decidió rodar sin agobios tras la terrible montonera. Movistar, Deceuninck, Ineos y Alpecin trataron de gestionar la aproximación a la zona de la Fosse Aux Loups, «La Fosa de los lobos».
El destino aguardaba con otro zarpazo, otro bocado de lobo, otra caída masiva. De nuevo más de 30 ciclistas al suelo, entre ellos herido Chris Froome. Otros quedaron descolgados, como Supermán López y Valverde. La mayoría de favoritos tuvo la suerte de salvar el tipo y pusieron salir tras la estela del Deceuninck, que ya volaba para colocar a Alaphilippe.
Era un final para hincar el diente al primer maillot amarillo. Un premio gordo para el lobo más letal. Se acabaron las bromas nada más empinarse la carretera al 14 por ciento en los 3 kilómetros finales. Un repecho que encendió una traca que ya no iba a parar. El arcoíris salió disparado, algo herido por la primera caída, pero resuelto a dedicar a Nino la primera victoria como papá. Objetivo cumplido.
El Tour continúa este domingo por Bretaña con la segunda etapa entre Perros-Guirec y el Muro de Bretaña Guerlédan, con un recorrido ondulado de 183.5 km con la meta al final de un ascenso de 2 kms al 6,9 por ciento. Otra cita para los rematadores.
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