Laudrup, durante una comperecencia ante los medios de comunicación. | Monserrat

TW
3

A falta de un día para su estreno oficial como entrenador del Mallorca, Michael Laudrup no altera una línea de su discurso. Permanece impasible el danés ante la inauguración de la Liga y del nuevo proyecto rojillo, que mañana empezará a recorrer las carreteras del campeonato ante el remozado Madrid de Mourinho. El técnico, consciente de que se examina ante uno de los peores enemigos posibles, reconoce que necesitará unas cuantas jornadas pasa saber en qué lugar se encuentra exactamente su equipo, aunque tampoco renuncia a nada. Ni mucho menos. Cree que la motivación de sus futbolistas le puede dar al grupo el impulso necesario para forzar la campanada y toma la referencia del Ciutat de Palma a la hora de argumentar su propuesta. «Hay muchísima calidad en el Madrid, pero creemos en nuestras posibilidades. Faltaría más», sentencia.

«Es muy difícil saber dónde está ahora el Mallorca», comenta Laudrup mientras coloca el termómetro en el vestuario. «Hoy mismo (ayer) se ha estrenado con nosotros un jugador nuevo, Cavenaghi, pero al Madrid le pasa lo mismo con Ozil, por ejemplo. Hacen falta partidos para conjuntar a los jugadores, pero también para saber cuáles van a ser los objetivos y tenemos que ver qué pasa en las tres o cuatro jornadas que vendrán después del Madrid para saberlo», añade restándole peso a la cita que abre su agenda.

El técnico bermellón, en cualquier caso, tampoco se engaña y sabe que necesitará algo más que el arrojo habitual en este tipo de citas para noquear a un Madrid que se presenta en la Isla obligado a llamar la atención. «Jugamos en casa y todos los que van a salir al campo van a hacerlo con una motivación enorme, es normal. Cualquier equipo que se mide al Madrid o al Barça está un poco más enchufado que en cualquier otro partido. Estamos convencidos de que haremos un buen encuentro, aunque ya veremos si eso es suficiente para ganar», advierte. «Se trata de encontrar el equilibrio entre la motivación de jugar en casa y el respeto hacia la calidad del contrario. El Madrid de Mourinho también correrá y luchará, así que debemos estar preparados para todo. Confío en mis jugadores y ya lo demostramos en el Ciutat de Palma, que fue una buena prueba de cara a este fin de semana», señala.

El danés abundó en el análisis previo de la jornada recordando que «estos partidos son los más fáciles a la hora de motivar a los futbolistas, no hay ningún problema, todo va solo», explicaba. «El problema viene después y muchas veces, tras jugar en casa contra el Barça o el Madrid, el equipo pierde. Por eso en estos encuentros no hay que hablar demasiado porque si no, puedes provocar ansiedad. Es mejor entrenar y hablar sólo durante las horas previas», recomienda.

No obstante, Laudrup también tiene claro que no va a establecer ningún dispositivo especial para vigilar a Cristiano Ronaldo, que la temporada pasada ya abandonó Son Moix con un hat-trick en la mochila. «Cuando te encuentras a jugadores de este nivel no puedes olvidarlos y dejar de prestarles atención porque sería una barbaridad», reflexiona al respecto. «Pero eso de poner a un hombre encima de otro tampoco me gusta. Si haces eso, perjudicas demasiado a tu propio equipo. No podemos jugar con un hombre menos cuando tengamos el balón», aclaraba.

El entrenador del Mallorca se refirió además a la última incorporación del equipo, Fernando Cavenaghi, aunque no despejó las dudas acerca de su posible debut: «Es un jugador de 26 años, no un joven con cosas que demostrar. Llega avalado por sus goles y su promedio realizador en Francia, una liga muy buena que tiene más calidad de lo que la mayoría piensa. Pero lleva poco tiempo aquí. Todavía tengo que tomar esa decisión». En cambio, el danés desveló que si los brasileños Edson Ramos y Joao Víctor reciben en las próximas horas el tránsfer que les permitiría estrenarse en la Liga, tendrían «posibilidades de jugar contar el Madrid».