El Atlético Baleares, celebrando el gol ante el Racing de Santander. | J. PADILLA

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Volver a empezar. El Atlético Baleares vuelve a cargar la recámara porque el primer tiro salió gatillazo. Olvidado el revés sufrido ante el Racing de Santander, el conjunto de Manix Mandiola pone el punto de mira en el encuentro que esta tarde jugará (18:30 horas, estadio Álvarez Claro) ante el UD Melilla. No ha sido una semana fácil, aunque Manix ha jugado sus cartas tratando al principio que los jugadores desconectasen dos días y después volvieran con la sana intención de volver a cargar las pilas y la moral y empezar otra vez a creer que el ascenso es posible, solo que ahora toca ir por la vía más larga después de haber dejado escapar la salida más cercana hacia el cielo de Segunda.

El reto

Hoy de lo que se trata es de conseguir un buen resultado, también parecía bueno el empate a cero ante El Sardinero, pero llegados a este punto uno ya prefiere aceptar lo que venga que hacer excesivas previsiones. No sirve de nada. Es evidente que la lección que ha dado la primera eliminatoria es que no marcar en la ida se sanciona con la eliminación, pero eso tampoco es dogma de fe ni una ley escrita.

No encajar es bueno, pero es mucho mejor además marcar. Pero el fútbol en muchas ocasiones suele dar la espalda a los deseos y se caprichoso con los méritos de uno y otro equipo. Por ejemplo, ni el Atlètic mereció caer eliminado ante el Racing ni el Racing pasar. De hecho ninguno de los dos equipos ganó al otro y solo el valor doble de los goles permitió que la alegría se trasladara a Santander. Motivos para el optimismo los hay. El ATB sigue imbatido en este 2018 y estamos ya a junio metidos en plena temporada y con el verano tocando a la puerta. Eso es muy meritorio. También es positivo el hecho de que Peris vuelve al once y que el equipo, con más o menos alegría en su juego, con más o menos acierto, siempre presenta una dura batalla juegue donde juegue y sea cual sera el rival.

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Eso ya de por sí da permiso para soñar. Por contra, el entrenador no podrá contar con Kike López, un pulmón enorme por el costado derecho. Cayó lesionado el domingo pasado y por ahora tendrá que animar a sus compañeros desde la distancia. A partir de ahí resta por ver si Peris actuará por al derecha y Rubén por la izquierda. El resto inicialmente no sufrirá muchas variaciones porque a estas alturas de temporada de poco o nada sirve variar en exceso las cosas que durante la temporada han salido bien.

Mensajes

Durante la semana el color ha ido variando sensiblemente y el negro del domingo ha dado paso a un claro algo más amable. Desde el propietario Ingo Volckmann hasta los propios jugadores entienden que lo sucedido el domingo forma parte del fútbol, por injusto que pueda ser, pero que ahogarse en la desgracia no sirve de nada y de lo que se trata es de hacer lo que en muchas ocasiones ha hecho este club en su historia: levantarse y volver a competir. De eso se trata. De competir. Y de hacerlo ante un Melilla que ha quedado tercero de su grupo y que además se deshizo del Villarreal B por un global de cuatro goles a uno.

Todo lo que el domingo era a favor en Son Malferit, esta jornada será en contra en el campo Alvarez Claro. Pero más en contra lo tuvo en El Sardinero y salió vivo y con muchos ases a su favor. Ahora deberá volver a tomar conciencia de que el ambiente no será favorable y de que el rival buscará encarrilar la eliminatoria aprovechando el campo y el entorno. Es una prueba de fuego, pero una buena prueba para recuperar la confianza y la fe. Toca volver a ilusionar con un buen resultado.