Los hechos por los que se juzgaban a la acusada, que hasta estos momentos estaba ingresada en prisión, fueron en octubre de 2021, cuando descubrió que la víctima buscaba vivienda de alquiler. Al conseguir comunicarse con ella, le ofertó a través de WhatsApp una casa en la capital balear. La denunciada le comunicó que tenía potestad sobre el inmueble, siendo esto totalmente falso.
De este modo, aparentando la titularidad de la finca, convenció a la perjudicada a hacerle una transferencia de 1.400 euros a su cuenta bancaria, usando este dinero para lucro propio. Acto seguido, le solicitó tres transferencias más de 500 euros a través de Bizum, pero al no recibir ningún tipo de documentación sobre las transacciones realizadas, la denunciante se negó a hacerle ningún traspaso más.
Por estos motivos, el Ministerio Fiscal procedió a imponer una pena por delito agravado de estafa de tres años de prisión y un pago en concepto de responsabilidad civil que asciende a 1.400 euros. Sin embargo, tras llegar a un acuerdo con la abogada de la defensa, se redujo la condena hasta los 11 meses.
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O hay necesidad extrema de vivienda, o hay personas proclives a caer en burdas maniobras. Si servidor hace una transferencia sabe muy bien a quien se la hago.