Agentes del Grupo II de Estupefacientes, con el inspector Faustino Nogales al frente, presentaron los más de 700 kilos de marihuana (en cogollos) intervenidos. | Alejandro Sepúlveda

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Bolsas de kilo de cogollos de marihuana listos para su venta envasados herméticamente. Utensilios y sofisticados sistemas de plantación, secado y manufacturación de la droga. Nuevas rutas seguras de transporte, vía marítima y terrestre, para comercializar la droga en el país germano y obtener hasta un 75 por ciento de mayor beneficio. Así se presentó este miércoles en sociedad a la nueva organización criminal desarticulada en Palma y que operaba desde una finca rústica en Sant Jordi.

Agentes del Grupo II de Estupefacientes, con el inspector Faustino Nogales al frente, presentaron a los medios de comunicación los más de 700 kilos de marihuana (en cogollos) intervenidos en una macrooperación policial practicada en colaboración con la Policía Local de Palma.

El máximo responsable del operativo policial explicó a los medios que con esta aprehensión y las detenciones practicadas hace unos días se da por finalizada una de las mayores operaciones de droga realizada en nuestra comunidad en lo que llevamos de año. «La red desarticulada operaba desde Sant Jordi. Aprovechaban las limitaciones aéreas existentes por la proximidad del aeropuerto de Son Sant Joan para tratar de eludir el control policial. Hemos detectado que Mallorca se había convertido en el punto de origen de la marihuana (gracias a las buenas condiciones climatológicas) y que desde aquí se exportaba a Alemania consiguiendo un beneficio de un 75 por ciento mayor que el habitual», apunta Nogales.

La droga, según la policía, era trasladada en barco -escondida en camiones- hasta Valencia. Una vez allí, ponía rumbo a Francia para acabar en el mercado germano. Cada bolsa de un kilo de cogollos tiene un precio en el mercado de 5.000 euros.

La nota curiosa la protagonizaron varios turistas del hotel colindante a la Jefatura Superior de Policía que durante la rueda de prensa no dudaron en sacar sus móviles y hacerse fotos con la droga incautada. Durante el operativo policial se detuvieron a dos varones de origen búlgaro de 33 y 36 años de edad, como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Los agentes llevaron a cabo una investigación en la que tras vigilancias y seguimientos pudieron localizar a los dos responsables, así como una finca de gran extensión, la cual se haría servir de almacén, preparación y producción de plantas de marihuana.

El pasado día 25, los funcionarios policiales procedieron al registro de dicha vivienda, localizando en el interior y deteniendo a los dos varones mencionados. También hallaron básculas de precisión, material de dosificación y embalaje, así como pequeñas cantidades de marihuana y hachís, un habitáculo de grandes dimensiones en el que los policías localizaron decenas de bolsas y cajas cerradas de gran volumen y peso. En su interior había cerca de 150 kilos de cogollos listos para ser enviados a su destino.

En otro habitáculo, oculto por grandes plásticos, se localizó más de un millar de plantas de marihuana en fase de floración y con el proceso de secado finalizado las cuales colgaban algunas de hilos y otras estaban amontonadas en el suelo. El peso de las mismas ascendía a más de 500 kilos.