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«Ya era hora, pero más vale tarde que nunca, aunque aún queda mucho trabajo por hacer», afirmaban algunos comerciantes de la zona.
La Policía Local de Palma, concretamente el Grupo de Atención Preventiva (GAP), ha tomado el control de la zona e intensificado de manera notable su presencia en la Platja de Palma.

En los últimos quince días, la unidad de élite ha registrado una cifras de actuación demoledoras.
Más de 280 actas levantadas e incautación de material en materia de venta ambulante, en su mayoría los delincuentes son gente de color.
Acoso constante y permanente a las collas de trileros (una media de siete actas diarias). Los agentes, especialmente los motoristas, vigilan a los grupos organizados. De una manera rápida y coordinada proceden a iniciar los operativos y pillar a los delincuentes con las manos en la masa.

La prostitución es una de las asignaturas pendientes. A pesar de los aumentos de efectivos policiales y presión realizada, las mujeres campan a sus anchas.

Los vecinos y comerciantes de zona son cautos. «Estamos contentos que los GAP estén aquí. Su trabajo es muy bueno, pero no queremos lanzar las campanas al vuelo. No se trata de actuar 15 días y luego olvidarnos de todo. Es de justicia destacar la profesionalidad de esta unidad y su trato personal. Exigimos más presencia policial para evitar destruir el motor turístico de Palma».