Gran cantidad de terrazas en una de las calles del centro de la ciudad. | M. À. Cañellas

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Las asociaciones de vecinos se reunieron ayer por la tarde de urgencia con motivo de la expansión sin medida de las terrazas en Palma. Se multiplican las quejas de diferentes puntos de la ciudad, ya sea por no respetar las marcas que delimitan las terrazas, el ruido o la expansión de la cartelería de los establecimientos de restauración en zonas como Passeig Marítim, Nuredduna o Santa Catalina. Así lo denunció ayer Més, al señalar que «el gobierno del PP está convirtiendo Palma en una megaterraza, con el aumento de caos de incivismo que eso conlleva». La caída del Plan de Ordenación Detallada (POD), advirtieron desde Més y PSOE, ha puesto fin a los límites de nuevas aperturas.

«Palma lleva mucho tiempo convertida en una megaterraza y es verdad que hay que ponerles coto. La sensación es que hay más desmadre porque la temporada empieza antes, así que el fandango turístico también», señaló Maribel Alcázar, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma. Alcázar manifestó que «debe haber algunos restauradores que han llegado a la conclusión de que este equipo de gobierno municipal hace la vista gorda». El propio presidente de CAEB Restauración, Alfonso Robledo, planteó en abril una moratoria para que solo puedan abrir nuevos restaurantes si se compran plazas ya existentes, un modelo similar al del sector hotelero.

A las puertas del inicio de la temporada alta, aparecen nuevas de estas lamentaciones por las terrazas, pero en determinadas zonas las quejas son crónicas. Desde la Associació Barri Cívic Santa Catalina-es Jonquet advirtieron que «no hemos notado nada distinto de lo que viene sucediendo desde hace tiempo. Continua la poca rigurosidad en el cumplimiento de la normativa y la permisividad». «Nuestra zona, especialmente calle Fàbrica, está como siempre: tomada por las terrazas. Ocupan sin miramientos más de lo que tienen autorizado. Se exceden de las zonas señaladas, fijan sombrillas en suelo y no las retiran por la noche y usan alcorques para colocar mesas», añaden.

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La concejala Kika Coll, de Més, dijo que «la permisividad de PP y Vox hacen que cada vez sea más complicado caminar por la calle. Tenemos noticias de ocupación abusiva del espacio público por parte de las terrazas en Nuredduna, Santa Catalina y es Jonquet, entre otras zonas». Y advirtieron que «la caída del POD, alentada por PP y Vox, permite la concentración de bares y restaurantes sin límite».

Por su parte, Francisco Ducrós, portavoz del PSOE, lamentó que «nos están llegando muchas quejas por ruido y excesiva ocupación de terrazas en las juntas de distrito. Y con la caída del POD se facilita la proliferación de bares: este es el modelo del PP». Més mostró su preocupación por la reforma de la Plaza de las Tortugas, «podría servir para ampliarlas», y recordó que «la expansión de terrazas en la calle Fàbrica es de la época de Isern».

Fuentes del Consistorio señalaron que «no ha habido ningún cambio de criterio en las autorizaciones de terrazas respecto a la legislatura pasada. La ordenanza de ocupación de vía pública no se ha modificado, los planes zonales son los mismos...».