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Recientemente, 24 playas de Balears han recibido del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE por sus siglas) las Banderas Q de Calidad y «Safe Tourism Certified», de turismo seguro.

Porque no solo hace falta ser bueno, sino también parecerlo (tal y como rezaba el dicho sobre la mujer del César), disponer de reconocimientos a la buena gestión, ya sea por la calidad, la sostenibilidad o la seguridad, es una forma de poner en valor el trabajo de muchas personas que a veces no se ve, pero que cuesta mucho esfuerzo conseguir.

Balears dispone de un patrimonio natural inmenso gracias a sus playas, no solo para sus habitantes, sino como polo de atracción turística como es sabido, aunque a veces la presión humana sobre las mismas es muy alta y por ello es necesario llegar a un equilibrio sostenible entre conservación del entorno natural y el de la actividad económica.

Disponer de un certificado significa cumplir con unos requisitos de calidad y haber pasado por un proceso de auditoría según unos estándares (Q de calidad, normas ISO 9001, ISO 14001, bandera azul, etc..). Se tienen en cuenta todos los servicios que afectan a los usuarios: servicios de limpieza, recogida de residuos, seguridad y salvamiento, información, calidad de las aguas y arena, instalaciones y equipos, así como los de accesos y el ocio.

Acerca de las banderas azules, Mallorca dispone este año de 23 distintivos. Se trata de un distintivo que se otorga por garantizar criterios de información y educación ambiental, calidad del agua, gestión ambiental, seguridad y servicios.

Es importante que los municipios y empresas que gestionan las playas y otros servicios públicos y naturales apuesten por la implantación de estos estándares y lo acrediten para poder diferenciarse de otros destinos y atraer a un turismo de calidad y que aprecie el disponer de entornos naturales bien gestionados. Otra manera mas de diferenciar nuestro producto turístico y apostar por la calidad y la sostenibilidad, en lugar de la cantidad y la masificación.