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El grupo de edad de mayores de 55 años constituye un polo de atracción para nuevos nichos de negocio. Términos como silver economy -importada del anglosajón-, mayorescencia u otro neologismo más reciente, ageingnomics -surgido en el seno de la Deusto Bussines School- son usuales para aquellos que focalizan su ámbito de actuación empresarial en la llamada economía del envejecimiento o plateada. Son términos que se van incorporando al uso cotidiano de nuestra sociedad. Sectores, entre otros, como el ocio y la cultura y especialmente el sector salud, tanto en su vertiente física como holística, son máximos exponentes que experimentan y experimentarán un crecimiento y desarrollo significativo gracias a este segmento de población.

Los factores principales que contribuyen a que surja esta oportunidad para estos sectores, son sin duda, la evolución demográfica -con un significativo crecimiento de la esperanza de vida-, el culto por lo físico y la mayor capacidad económica de este grupo poblacional. Los expertos lo subdividen en dos: los llamados seniors -abarca de los 55 a los 75 años- y la cuarta edad -de 75 años en adelante-.
Según el estudio de CENIE y la Oxford Economics sobre economía de la longevidad en España, el gasto realizado por los residentes mayores de 50 años en el año 2019 fue de 334.942 millones de euros, un 28,5% más de gasto por persona que la franja de 25 a 49 años.

Las empresas de base tecnológica están destinadas a ejercer un papel fundamental en estos próximos ejercicios. Los que formamos parte de la generación del baby boom, inmigrantes tecnológicos, estamos familiarizados y habituados al uso de las TIC. En el seguimiento de estados y pautas de la salud, los dispositivos tecnológicos tendrán una fácil penetración, siendo de una importancia vital para garantizar unas buenas condiciones de envejecimiento.

El sector asegurador también nos ha puesto en su punto de mira. El Barómetro del consumidor sénior de la Fundación Mapfre en colaboración con Google o el I Informe Santalucía de Tendencias e Innovación Seniors y Silver Economy, son ejemplos de ello. Diseccionan y analizan pormenorizadamente nuestros hábitos y necesidades de consumo poniendo de manifiesto la relevancia e importancia capital del conjunto de la población madura para el desarrollo económico en un espacio multisectorial.

Las Illes Balears ofrecen un escenario excelente para desarrollar un hub de innovación dirigido a explorar y llevar a cabo proyectos relacionados con estos perfiles de consumidor. Sus condiciones climatológicas, sus infraestructuras turísticas y especialmente las sanitarias y sociosanitarios, nos invitan a implementar una industria focalizada en el cuidado y la atención de las necesidades del conjunto de esta población. No desaprovechemos la oportunidad.