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Las 00.00 horas de la madrugada y cientos de personas hacen cola para vivir durante 12 largas horas la peor noche de terror del verano. Los cines Chaplin reunían el viernes por la noche y madrugada del sábado a muchos apasionados del terror en el primero de los cuatro pases previstos para esta semana. La noche prometía. La lluvia comenzaba a provocar los primeros gritos de la madrugada. Aun así, la gente no permitió que unas cuantas gotas fastidiara su gran noche.

Inesperadamente, una tromba de agua sacudió la zona. Rayos, truenos, gritos y apagones convirtieron la noche veraniega del viernes en el auténtico escenario de la más espeluznante película de terror. A las 00.30, poco antes del inicio, pulsamos la opinión del público que hacía cola. «Llevamos aquí desde las 22.30 horas y la lluvia no nos lo va a fastidiar» comentaron Laura y Lupe. Llegadas las 00.45, la gente comenzó a ocupar sus asientos.

Palomitas, bocadillos, bebidas, camisetas de regalo y alguna toalla se dejaron ver a la entrada a las salas 1 y 4 del local. Antes, un guardia de seguridad, revisaban las bolsas y mochilas para evitar problemas en el interior. Primera película de la noche, Escalofrío. Siete películas terroríficas amenizarían las horas a los 500 jóvenes que a las 11.40 horas de la mañana abandonaron los cines. Esta vez, el panorama era diferente. Caras de sueño y de haber pasado una noche de tensión, los cinéfilos se detenían para contarnos cuál fue su experiencia. «Me he perdido las tres últimas películas», decía Benjamín junto a sus amigos, todos somnolientos.