El retinol es uno de los productos más utilizados contra el envejecimiento. | Radiance Beauva

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El retinol es considerado como uno de los productos antiedad más eficaces. La 'fiebre' por el retinol se ha disparado en los últimos años y la Unión Europea (UE) ha decidido limitar su uso. En concreto, a partir del 1 de mayo de 2025 se limitará su empleo hasta el 0,3 % en los productos faciales (ahora se pueden adquirir de hasta el 1%) y hasta el 0,05 % en el caso de las lociones corporales.

¿Por qué la UE ha decidido limitarlo? ¿Es peligroso para la salud? El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, explica que «el retinol es una forma de la vitamina A que se utiliza mucho en cosméticos, pero es una vitamina que ingerimos con la dieta. Su nombre se debe a que participa en la síntesis de los pigmentos de la retina y está relacionado con su correcto funcionamiento. Se trata de un antioxidante, ya que elimina radicales libres y protege al ADN de su acción mutágena, contribuyendo a frenar el envejecimiento celular y aclara las manchas. La toxicidad depende de la dosis».

March advierte que «su popularización «ha llevado a un uso cada vez más generalizado y sin control, que ha hecho que se convierta en la rutina diaria habitual en el cuidado de la piel de muchas personas, que buscan combatir los signos del envejecimiento». En este punto, la nueva normativa de la UE habla de estas sustancias como 'acondicionadores de la piel' en productos cosméticos, como cremas y concentrados, conocidos como sérums. En concreto, se refiere a tres tipos de ingredientes utilizados en cremas derivados de la vitamina A: el retinol, el acetato de retinilo (retinyl acetate) y el palmitato de retinilo (retinyl palmitate), de acuerdo con la Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos.

El citado experto explica que «los problemas de la vitamina A pueden venir por vía tópica u oral y un efecto adverso común del retinoide tópico aplicado sin control es la irritación de la piel en forma de eritema y descamación; así como irritación cutánea, dolor y calor local, sensación de quemazón, dermatitis de contacto o prurito. En concentraciones al 0,5%, incluso al 1% o al 1,5%, que ya son bastante elevadas, es necesario advertir al paciente que, al principio, puede haber intolerancia, es decir, que aparezca sensación de escozor o que la piel se enrojezca».

Cabe precisar que los retinoides se utilizan contra la hiperpigmentación y el fotoenvejecimiento, pero también para el tratamiento de problemas de la piel como el acné y la psoriasis. También se prescribe para otros problemas como las verrugas planas, la infección por molusco contagioso, las queratosis actínicas y algunas formas de ictiosis (piel seca y descamada).

¿Por qué la UE limita su uso?

March informa que la UU ha decidido limitar su uso como medida preventiva dirigida, sobre todo, a personas a partir de 60 ó 65 años, que utilizan más los productos con retinol y, al mismo tiempo, toman suplementos de vitamina A, ya que una elevada exposición podría provocar síntomas como fragilidad de los huesos, sequedad de la piel o caída del cabello. «El comité científico de la seguridad de los consumidores afirmó que la vitamina A es segura en los productos cosméticos en concentraciones de hasta el 0,05 % de equivalente de retinol (ER) para las lociones corporales y el 0,3 % de ER en productos faciales». Además, advierte que «la exposición a la vitamina A de los productos cosméticos, aunque baja, puede ser preocupante para quienes tengan una exposición más alta a la vitamina A (que cifra en el 5% de la población total) a partir de alimentos y complementos alimenticios».

¿Existen alternativas al retinol en los cosméticos?

March expone que «al hablar de posibles alternativas al retinol es difícil encontrar un sustituto para un compuesto con una elevada eficacia contra los signos del envejecimiento. Se habla de una molécula llamada bakuchiol, que aunque no tiene una molécula parecida funciona de una manera similar: disminuye las arrugas, favorece la síntesis de elastina y reduce los acúmulos de hiperpigmentación». La diferencia es que «no se han observado problemas de hiperpigmentación con dosis elevadas, ni descamación, sequedad o irritación».