El conflicto entre israelíes y palestinos se remonta a los anales de la Historia y ha desencadenado innumerables guerras. Las producidas con posterioridad a la creación del Estado de Israel, en 1948, han supuesto, invariablemente la reducción de tierra para los palestinos que habitaban aquella zona desde hacía siglos. De nada han servido los acuerdos de Naciones Unidas instando a la creación de dos Estados y a la devolución de parte de los territorios ocupados por Israel. El holocausto judío a manos de los nazis y la conciencia culpable que ha pasado de generación en generación en los países donde se perpetró se encuentra detrás de que se haya permitido a Israel incumplir todas las resoluciones de la ONU. Los palestinos, apoyados por gran parte de sus vecinos árabes, se cerraron muchas, demasiadas veces, en banda en sus reivindicaciones impidiendo alcanzar acuerdos de paz. El paso del tiempo agudizó las posturas extremas donde sólo habita el odio.
Defender a los palestinos no es antisemitismo
Palma09/11/23 0:29
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3 comentarios
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Esperaba de usted un mayor rigor y conocimiento. Veo que se limita a la repetición de unos cuantos tópicos y lugares comunes. Quizás para no desentonar. Una lástima.
Manolito MontoyaDe acuerdo total con usted y con el artículo de Carlos Olalla, con verdades diáfanas. Cada día debemos no olvidar y decir NO a la masacre, NO al genocidio, NO al exterminio...
Esta barbarie insufrible nos ha abierto los ojos sobre la realidad de los pretendidos "valores de occidente", su fortaleza, su aplicabilidad y su multiple rasero a la hora de exigirlos e implantarlos. Los derechos humanos son exigibles para unos estados, pueblos y etnias, y a otros que los zurzan. A parir de ahora cuando oiga a un político occidental hablar de derechos humanos y "valores de occidente", no diré nada, pero pensaré, falso, que eres un falso.