La solución se ha presentado este viernes a los alcaldes de Alfafar, Sedaví y Benetússer, Juan Ramón Adsuara, José Francisco Cabanes y Eva Sanz, informa Adif.
Si cuenta con la aprobación de los ayuntamientos «en breve», el proyecto se desarrollaría antes de finalizar el año, con el objetivo de lanzar la licitación de su construcción en el primer trimestre de 2025. Para avanzar en su desarrollo y ejecución, las partes trabajarían en un convenio para la supresión del paso a nivel.
En cualquier caso, Adif remarca que la construcción del paso inferior «no condiciona futuras decisiones sobre el soterramiento del ferrocarril a su paso por los municipios».
Esta propuesta responde al acuerdo alcanzado entre las partes en un protocolo que contemplaba el desarrollo de los estudios para la supresión del paso a nivel, que divide los núcleos urbanos de ambas localidades, y el acondicionamiento del sistema viario en su zona de influencia para la redistribución del tráfico rodado.
Adif argumenta que los pasos subterráneos constituyen una solución eficaz y segura para movilidad de ciudadanos y vehículos en entornos urbanos y áreas con una alta concentración de tráfico peatonal y vehicular.
Según expone, la solución propuesta aseguraría el cruce de peatones, patinetes, bicis y motos, que representan el 40% de la movilidad de la zona, en condiciones de «seguridad total». También se eliminarían los avisos acústicos, tanto de los trenes como de las instalaciones de protección del paso a nivel.
La propuesta contribuiría a transformar la zona, creando un nuevo eje peatonal que garantizaría la permeabilidad del espacio público y del ferrocarril y recuperaría espacios para los vecinos, con la creación de un parque urbano. Además, no modificaría los niveles de servicio de las carreteras del entorno, ni las municipales ni las autonómicas.
Desvío del tráfico por el actual paso superior
En concreto, el proyecto planteado cuenta con varias alternativas para su análisis y consiste en la construcción de un paso inferior peatonal en el entorno del actual paso a nivel, que eliminaría a corto plazo el cruce directo en superficie, así como el desvío del tráfico rodado por el actual paso superior ubicado a 380 metros en sentido Valencia.
El paso inferior tendría una longitud de 12 metros, con una anchura de 4,8 metros y una altura de 3 metros, y contaría con pendientes inferiores al 6% para reforzar su accesibilidad. Está planteado con perspectiva de género.
La infraestructura estaría equipada con tramos de escaleras y rampas a ambos lados del ferrocarril. El sistema de revestimiento sería de fachada ventilada y el solado de piedra artificial aburbujada, incluyendo equipos de drenaje.
La integración urbana se materializaría con nuevos acerados en los entornos más próximos a los accesos al paso inferior, parterres y alcorques para la plantación de vegetación, mobiliario urbano, señalización horizontal, giros de trazado con un radio mínimo de tres metros apto para uso de bicicletas, terrazas ajardinadas y muros con una altura máxima de un metro, con taludes revegetados y báculos de iluminación.
Aparcamientos en superficie
Como actuaciones complementarias, se plantea ampliar la calzada con dos sentidos de circulación de la calle Manuel Iranzo, al norte de la que se acondicionaría un aparcamiento en superficie para 53 plazas. En el parque Gómez Ferrer se contemplaría a la permeabilidad perimetral en las caras sur y este, la colocación de terrazas con vegetación en el lado norte, la reubicación de la zona infantil, la conexión directa con el nuevo paso y la creación de un aparcamiento en superficie para 68 plazas.
Respecto al estudio de la saturación vial, recogido en el protocolo firmado por las partes el pasado agosto, Adif concluye que el funcionamiento viario no empeorará con la supresión del paso a nivel ni generará un grado de saturación superior, así como que se podrá «incluso mejorar» la situación actual con la aplicación de pequeñas actuaciones en dos intersecciones del ámbito.
Los resultados obtenidos de las ratios de intensidad/capacidad en el viario urbano, una vez suprimido el paso a nivel, se mantienen en niveles adecuados iguales. Según el gestor ferroviario, en todos los casos, las ratios intensidad/capacidad son inferiores al 50% en las dos horas punta, tal y como sucede en la actualidad, con la mayoría del viario con valores entre el 20%-30%.
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