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El perfil del paciente de salud mental que vive en la calle es el de un varón, de mediana edad y con antecedentes de ingresos hospitalarios y tratamientos previos, aunque se percibe un incremento de casos entre mujeres, en personas más jóvenes y en jóvenes desinstitucionalizados, según datos ofrecidos en la VI Jornada de Enfermería de Salud Mental de Bizkaia celebrada en Bilbao.

Además, también ha dado a conocer en las jornadas que, entre las patologías que más frecuentemente atienden los Equipos de Calle de Salud Mental están los trastornos mentales graves y duraderos, en general, y los trastornos psicóticos y bipolares sin seguimiento, en particular.

Bajo el lema 'En salud mental: cuidados enfermeros, cuidados de calidad', el Colegio de Enfermería de Bizkaia ha acogido este jueves la celebración de la VI Jornada de Enfermería de Salud Mental de Bizkaia. Al igual que en los años anteriores, la cita ha estado organizada por la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia (ACEB) y la Comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Bizkaia.

En el acto de inauguración han intervenido el doctor Francisco Megías, presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental de España; Verónica Tíscar, presidenta de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia; y María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia.

También ha estado presente Baltasar Gómez Galán, vicepresidente de la Academia de Ciencias de la Enfermería de Bizkaia y responsable de la comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Bizkaia, y Esther Vivanco, delegada en el País Vasco de la AEESME.

Entre los diversos contenidos de la jornada ha habido un bloque temático centrado en la protección y ayuda a personas con problemas de salud mental. Dentro de este bloque ha intervenido Baltasar Gómez Galán, con la ponencia sobre la 'Protección jurídica de la autonomía y voluntad anticipada en Salud Mental: la autocuratela', y Roberto Brizuela Domínguez, enfermero especialista en Salud Mental del Equipo de Calle de Salud Mental de Madrid, que ha hablado de su experiencia de cuidados con personas sin hogar.

Durante su exposición, Roberto Brizuela ha ahondado en la experiencia personal de los profesionales de Enfermería en el trabajo diario con personas sin hogar con enfermedad mental grave, aportando aspectos clave para su recuperación. Así, ha explicado el modelo de atención asertivo-comunitario, en el que los profesionales se acercan a los pacientes en los lugares en los que se encuentran (calle, albergues, hospitales, etc.).

Tal y como ha descrito, el paciente y el profesional de enfermería «construyen de manera común y paulatina una demanda conjunta de atención y un plan de acompañamiento, hasta que la persona que recibe la atención recupera la autonomía personal necesaria, momento en el que es derivada nuevamente a los recursos comunitarios normalizados para su seguimiento».

Entre las patologías que más frecuentemente atienden los Equipos de Calle de Salud Mental en los que trabaja, el enfermero ha enumerado los trastornos mentales graves y duraderos, en general, y los trastornos psicóticos y bipolares sin seguimiento, en particular. Asimismo, ha señalado que sus equipos no atienden «problemas exclusivamente de adicciones, sean al alcohol o a otras sustancias».

Perfil

En cuanto al perfil más habitual de las personas perceptoras de los cuidados enfermeros en los equipos de calle, Roberto Brizuela lo ha caracterizado como «un varón, con una edad media comprendida entre los 40 y los 50 años (aunque se va viendo cada vez a pacientes con edades más tempranas), con antecedentes de ingresos hospitalarios y tratamientos previos». Y en cuanto a la nacionalidad, se reparten más o menos al 50% entre españoles y extranjeros.

En cuanto a otros grupos, el enfermero ha advertido de un incremento en mujeres, en personas más jóvenes y en también en jóvenes desinstitucionalizados.

Autocuratela

Por otra parte, Baltasar Gómez Galán, vicepresidente de la Academia de Ciencias de la Enfermería de Bizkaia y responsable de la comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Bizkaia, ha abordado la protección jurídica de la autonomía y voluntad anticipada en salud mental, con especial atención en la autocuratela.

Según ha recordado, la Ley de Autonomía del Paciente de 2002 estableció el Consentimiento y la Voluntad como elementos esenciales de cualquier tratamiento sanitario, incluyendo también la posibilidad de establecer Voluntades Anticipadas, por si en el futuro tales decisiones no se pudieran tomar.

En 2021, se reformó la Legislación Civil y Procesal para el Apoyo a las Personas con Discapacidad en el Ejercicio de su Capacidad Jurídica, introduciendo en el ordenamiento jurídico la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, hecha en Nueva York el 13 de diciembre de 2006.

De esta forma, ha destacado Baltasar Gómez, «desaparece la incapacitación judicial, pasando a utilizarse el término 'discapacidad' para las personas que necesiten medidas de apoyo para realizar su proyecto de vida». Esto supone «un gran avance de los Derechos Humanos al eliminar discriminación y avanzar en la superación del estigma», ha considerado.

El responsable de la comisión de Salud Mental del Colegio de Enfermería de Bizkaia ha destacado, entre las figuras propuestas por el Código Civil, la autocuratela que frente a la figura del consentimiento informado y las voluntades anticipadas, «destinadas a operar solamente en el sistema sanitario, permitiendo incluso al médico interpretar sobre la capacidad del paciente».

Según ha destacado, «la autocuratela se formaliza ante notario y permite anticipar decisiones en toda la esfera de la persona: sanitarias, económicas, hereditarias, sobre el cadáver, etcétera, y vinculan al juez y a todos los que tengan que intervenir en su apoyo, teniendo un alcance mayor que las voluntades anticipadas, ligadas solamente al ámbito sanitario».

Por último, el experto ha apuntado que tanto las voluntades anticipadas, como la autocuratela «permiten anticipar también la eutanasia, en virtud de la norma de 2021».